Son casi las dos de la
mañana, esta tarde no llovió y yo estoy en mi cuarto con las ventanas abiertas,
las cortinas alzadas y una botella cerrada de ron. Llevo sin dormir del todo
bien al menos un mes, y justo ahora tengo tanto sueño que me siento casi
drogado. El viento está fresco,
cristalino, dos ventanas abajo de la mía
hay una panda de chicos, menos de diez que beben juntos y cantan canciones
puestas en el estéreo de un alto. La tentación de salir con mi botella cerrada
de ron a ver que pasa es tan grande como la de quedarme aquí sentado a escribir
lo patético que es ser así de marica.
Pensaba comenzar con esto hace unos quince minutos, pero
ellos subieron al auto y se largaron, solo para regresar cuando el sentimiento
de pérdida ya me había hecho comenzar a escribir. Como auto consuelo me digo
que no quiero bajar a cantar canciones trilladas de un Bumbury trillado.
Hace rato cuando fueron por mas alcohol los imagine a todos
metidos en el auto coreando sus canciones de siempre, bebiendo como siempre,
justo como ahora estoy dispuesto para comenzar a hacer(pero sin cantar, tampoco
hay que ponerse tan pendejo). Escuche el motor bajando el volumen con la
distancia hasta reducirse a una vibración en el aire. Esperé oír una colision,
pero no.
Ni siquiera puedo concentrarme o tener ideas violentas, de
repente siento impulsos agresivos de movimiento, el sistema resistiéndose a
dormir y yo sigo sin tocar la botella, quizá
por miedo a que el alcohol me hunda definitivamente en la irrealidad, ni
siquiera en la alucinación.
Es un estado que conozco bien “no puedes tocar nada
y nada puede tocarte” y nadie que no haya estado sumido en una privación de
sueño tan profundo, nadie que no lo haya combinado con alcohol solo para
sentirse como un puto héroe cada mañana caminando después de trabajar en la
noche, nadie que no haya despertado muchas estaciones mas allá de la correcta y
despertado una vez más un mes después para darse cuenta que en el viaje había perdido
algo, podrá comprender a que me refiero precisamente.
Afuera los muchachos cantan algo de ska, rebelandose ante la
luna contra el sistema que los tiene cogidos por los genitales, consagrando su rebeldía
con licores comprados con el dinero que sus padres les dieron para el almuerzo.
Aquí dentro discuto conmigo mismo por todo, pero principalmente me debato entre
alegrarme por esa forma de derrochar el dinero gratis o criticarlos por el
vacio de su rebeldía fingida. Aquí dentro,
muy al fondo creo que ya me estoy poniendo viejo.
La posicion a la que todo me orilla es a la de la burla, y
me rio (en serio, pero con tristeza) de la libertad que sienten ahora y de la
posibilidad de que jamás conozcan la desesperación de saberse vacios. Afuera ya
comenzó a llover y no quiero cerrar la ventana. Aunque su música estúpida no me
deje oir la mia, todo es mejor si puedo oírlos gritar mientras bailotean. Me pregunto
si a estas alturas aun tienen un conductor designado o alguno está mas o menos
sobrio.
La razón de ser del arte
creo que es ese vacio que ellos no conocerán, una conciencia a veces
solo intuida de que el mundo esta incompleto, como siempre puede que los
incompletos seamos nosotros y se me llena la mente de cucarachas roedoras con
pensar que las personas normales son quienes
pueden satisfacerse con tan poco como una noche de alcohol y canciones en la
calle. Quienes aceptan las ataduras del sistema sin chistar. Las personas mas
felices que conozco no sienten o no saben que son prisioneros del estado de las
cosas. Los felices creen que tienen el control.
Por la ventana entra un viento frio de mierda y la lluvia,
mi respuesta es una burla otra vez, prefiero ponerme una chamarra que cerrar la
ventana. Luego las cosas estupidas de internet me enseñan que con la inconformidad
y el tiempo que quiero desperdiciar puedo hacer dos cosas.
O me entretengo mirando videos graciosos, gente divirtiendo a la gente siempre en un loop interminable de
sin sentido, o puedo intentar crear algo tomando pedacitos de conciencia.
Aunque tampoco tenga sentido es algo innegable, mi interior me asusta y me
impresiona casi todo el tiempo y la voz en mi interior no puede detenerse.
Tener ideas que siento grandilocuentes aun con todo el sueño es la mejor manera
de recordarme que soy humano.
Ya me quite la chamarra y siento un poco de gotas y un poco
de frio, me levante hace un poco a limpiar y secar lo que pude, los chicos con
su alcohol y sus canciones y su auto se han ido y ahora solo escucho mi propia canción,
especial para madrugadas y borracheras y carreteras. Y de pronto siento como si
ma allá de la moral y el sistema hubiese hecho lo correcto. Como si mi lugar en
la vida fuese este cuartito, escribiendo lo que sea que me salga de los
cojones.
En el fondo sigo siendo un marica retraido incapaz de
socializar lo suficiente o buscar mayores beneficios de la noche, se que mañana
tendré un sueño del carajo y que la semana saldrá mal solo porque no dormi lo
suficiente. EL ron sigue cerrado y puede que sea mejor que asi se quede.
En el fondo soy un imbécil y ahí , junto a la cobardía y la
estupidez algo se solidifica. Soy un tipo duro.
No existe mejor plan en el mundo que escuchar tu música, con lluvia de fondo y una buena botella de ron, ya sea abierta o cerrada. Yo siempre soy más de abierta.
ResponderEliminarEs perfecto plan para pasar la noche solos, la próxima seguro será con la botella abierta, tampoco aguanto tanto.
ResponderEliminarSaludos