la madrugada es el tiempo del dolor de ojos
de músculos adoloridos por la inactividad
y la creación intenta erguirse como serpiente
soy un enésimo primer intento
el niño que quiere encender la fogata
con su rollo de papel mojado
y un encendedor sin piedra.
le sale igual de mal cuando trata con un cigarro
sin imágenes maravillosas
me rasco la oreja
y no me levanto porque me da pereza
el trabajo enorme de rascarme el trasero
escribo entre rendijas
y rendijas será lo que verás aqui
porque así me fluye el relleno cremoso.
tengo las ideas puestas en un colador