Son casi las dos de la
mañana, esta tarde no llovió y yo estoy en mi cuarto con las ventanas abiertas,
las cortinas alzadas y una botella cerrada de ron. Llevo sin dormir del todo
bien al menos un mes, y justo ahora tengo tanto sueño que me siento casi
drogado. El viento está fresco,
cristalino, dos ventanas abajo de la mía
hay una panda de chicos, menos de diez que beben juntos y cantan canciones
puestas en el estéreo de un alto. La tentación de salir con mi botella cerrada
de ron a ver que pasa es tan grande como la de quedarme aquí sentado a escribir
lo patético que es ser así de marica.
Pensaba comenzar con esto hace unos quince minutos, pero
ellos subieron al auto y se largaron, solo para regresar cuando el sentimiento
de pérdida ya me había hecho comenzar a escribir. Como auto consuelo me digo
que no quiero bajar a cantar canciones trilladas de un Bumbury trillado.
Hace rato cuando fueron por mas alcohol los imagine a todos
metidos en el auto coreando sus canciones de siempre, bebiendo como siempre,
justo como ahora estoy dispuesto para comenzar a hacer(pero sin cantar, tampoco
hay que ponerse tan pendejo). Escuche el motor bajando el volumen con la
distancia hasta reducirse a una vibración en el aire. Esperé oír una colision,
pero no.
Ni siquiera puedo concentrarme o tener ideas violentas, de
repente siento impulsos agresivos de movimiento, el sistema resistiéndose a
dormir y yo sigo sin tocar la botella, quizá
por miedo a que el alcohol me hunda definitivamente en la irrealidad, ni
siquiera en la alucinación.