#boomtober #positivo

 

#boomtober #positivo

Yo logré atravesar el cancer sin necesidad del pensamiento positivo. A finales de la prepa tuve una novia que tenía la casa sola mas de la mitad de la semana. Entonces íbamos ahí a hacer la tarea y a echarnos unas cogidas bien puercotas; nuestro proyecto ese semestre era asegurarnos de haber hecho nuestras cochinadas apoyados en todos los muebles de la casa. Un día la tenía apoyada contra un ropero, era el penúltimo mueble me acuerdo, yo ya había llegado al punto de darle de ese modo que parece que estas corriendo en chanclas, ahí fue donde sentí como que se me torció la cadera, como que di mal un empujón o algo, el caso es que el dolor no me dejó seguir. Diana, mi novia me aseguraba que eramos el uno para otro, vamos a estar juntos toda la vida, una vez hasta me lo dijo viéndome a los ojos justo antes de lamer una ultima gota de semen que le quedó en el hombro. Al mes Diana ya estaba con otro wey, uno sobre el que ella me juraba que no debía preocuparme, que se le hacía un tipo muy raro decía.

Ya se imaginarán ustedes que el dolor de la cadera fue cáncer. Nunca he sabido bien cual es mi forma de ser, a mi se me hace que nadie sabe pero si he visto como las peores cosas en la vida de la gente pueden hacer a las personas aprender cosas sobre si mismas. Yo me di cuenta de que soy fuerte o quizá mas bien seco, no se bien, en el hospital me juntaron con hombres que tenían cáncer de testículo, pulmón, un pobre pendejo tenía cáncer de ano incluso. Ofrecían una terapia grupal para cancerosos, el tratamiento incluía entre otras cosas ponernos a dibujar con crayones cómo las células buenas eran fuertes y las malas eran pequeñas. Nos decían que pusiéramos una batalla donde ganaban las buenas. Nos acolchonaban el trato. Nadie lo decía, pero era como si la palabra CANCER estuviera prohibida. Decían nuestro padecimiento, condición, mal, enfermedad, esto que tengo. Yo no creía que esas pendejadas pudieran funcionar, qué me estaban diciendo estos culeros, que tenía esa chingadera en la cadera porque no había pensado lo suficiente en positivo. Sugerían que yo había atraído el cáncer a mi vida porque tenía cierto tipo toxico de pensamientos, luego estos son los mismos que vienen y te dicen que tiembla porque hacemos simulacros. Solo tome dos semanas de la esa terapia grupal pero la odie durante meses, no estaba dispuesto a aceptar la culpa de haberme provocado el cáncer, si fumaba pero no como personas que se mueren luego de otras cosas, en el hospital había personas con cáncer de pulmón que si de veras no habían fumado nunca. Se murieron seis personas en esas dos semanas que yo estuve. Dibujé un pito fuerte todo bien venoso que estaba venciendo al pitito del nuevo novio de Diana, me imaginé que ella regresaba a rogarme, a pedir pene como los gatos que ya les disté y siguen pide y pide como si no hubieran tragado en una semana o como si algún día los hubieras dejado sin comer, asi pensaba yo que iba a venir Diana. Pero no vino.