EL PERDEDOR (parte dos y final)

A las seis y media de la mañana suena el despertador, le gusta reírse de mi y activarse cuando me siento especialmente cómodo, en venganza estiro el brazo y bajo el volumen de la bocina, me levantare en cuanto la cancion que suena se termine. Tengo programada una entrevista de trabajo.

A las siete cuarenta me giro para tomar el reloj, veo la hora y me levanto como un zombie convulso.

Una vez conocí a una chica que decía que era budista, estaba tratando de alcanzar el siguiente escalón hacia el nirvana y estaba llena de paz, a esa chica le encantaba pregonar que habia sido diagnosticada con personalidad borderline  y que por eso necesitaba estar todo el tiempo ocupada y llamar la atención, romper las reglas. Me caia mal.

Desde que conocí a la budista borderline creo que a veces es buena idea utilizar un mantra por las mañanas para que nos de buena suerte, asi que mientras me visto y tomo mis legendarias botas voy repitiendo un mantra de sanación espiritual que me hará sentir mejor y me llenara de vitalidad energética para todo mi hermoso día:

mierda mierda mierda mierda mierda mierda MIERDA...

mierda mierda mierda mierda mierda mierda MIERDA...

sigo con mi mantra mientras busco los papeles que tengo que llevarme a la entrevista, me gusta desayunar repitiendo mi mantra con la boca llena (miedga-mieda-merga) y casi me doblo de risa repitiendolo cuando me lavo los dientes frente al espejo roto.

Es demaciado tarde, puede que muchas otras personas lleguen antes que yo a la entrevista, puede que otra vez no consiga el trabajo, será un desperdicío de dinero en pasajes, dinero que podría usar para comprar la comida que no tengo.

Llego a las oficinas en que me citaron y aun dejo escapar uno que otro "mierda" ocasional, al sentarme entre todos los otros perdedores del lugar pienso que si me hubiese peinado mejor tendría el trabajo asegurado, si fuera una mujer de mi edad podría usar una minifalda, tacones altos y uno de esos sostenes con truco que levantan los senos con una almohadilla de modo que lo que el espectador ve y cree que es la mitad del seno en el suculento escote, realmente es el seno completo levantado por la almohadilla y acomodado en la copa como si estuviese ahi para ser tomado. Pero no estoy bien peinado ni soy una mujer, asi que por ahora tengo una desventaja considerable.

Al fin entro al despacho, una voz tranquilizadoramente femenina me ordena que cierre la puerta, le doy la espalda para jalar la perilla al tiempo que saco un suspiro de mi interior.

Y ahi estoy, la mujer es guapa,seguramente es soltera y diagnostico que le falta un poco de sexo, al menos una semana de noches continuas de sexo puro y duro. Mierda. Mis pensamientos no me dejan escucharla, contesto "SÍ"  sin saber que demonios me preguntó. Parece que le caigo bien a la mujer, se llama Sandra, esta escrito en una de las carpetas a su espalda "contabilidad de Sandra"

Sigue interrogandome durante un rato, casi medía hora; le explico que no he trabajado nunca en una revista para adolescentes pero que no tendré problema si lo que quiere es que le entregue mensualmente cinco cuartillas de estupideces que la revista recortara, tergiversara y dividira en dos secciones de la revista hasta que de mis cinco cuartillas solo queden una o dos completamente mias, a lo mucho. Mierda, quiero el trabajo, en lugar de lo anterior digo "no hay ningún problema"

Parece que Sandra está complacida conmigo, yo estoy complacido de que sea una mujer y no el hombre gordo de oficina que come fritanga todos los días porque no hay tiempo de comprar otra cosa. El sistema no es justo y todos lo saben, a veces la gente contrata a las personas pensando que si controla su dinero controlará su vida y que de ahi solo hay un paso hacia el control de sus pollas o sus coños; la ventaja es que no siempre funciona asi. Escribo esto como si la alienación fuera una fantasía, como si los obreros fuertes que trabajan ocho horas diarias pudiesen hacer algo al respecto cuando se trata de evitarla. A ellos no los culpo de nada, es el sistema el que nos tiene a todos tomados de los pelos púbicos.

Siempre estaré agradecido con la vida por hacer que las secretarias se estiren sobre el escritorio para indicar con la uña enbarnizada el lugar preciso en que uno ha de colocar la firma, como si la palabra "firma" debajo de la linea o la linea misma estuvieran ocultos en un laberinto de caja de cereal. Justo ahora me siento muy agradecido, es la ley de la atracción* que funciona para todos, solo tenemos que desear y lo que sea que pidamos nos será entregado tarde o temprano. Y yo deseaba este momento porque Sandra tiene una blusa blanca de algodón y tirantes debajo de la blusa de botones y algodón que seguramente está bien metida entre la falda y su cadera. Ambas blusas de algodón me permiten ver sus senos blancos en el finito momento en que señala predeciblemente el lugar en que firmaré.

Firmo mi condena antes de devolver las hojas que ella me da. Tengo que regresar pasado mañana para encontrarme con el jefe de redacción.

*ley de la atracción: Supuesto que no llega a pseudociencia que dice que el universo nos dará lo que le pidamos, esa mierda no funciona y tampoco es una ley.

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 Hablo con Pedro, es el jefe de redacción, licenciado en periodismo,mal fotografo,gordo, amante de la literatura latinoamericana y los libros motivacionales, me dice algo de un equipo de futbol. Contesta el telefono, seguramente es un superior, aun no tenemos en la oficina sistema de videollamadas y Pedro ya aprendió a bajar las orejas y sacar la joroba cuando le habla un superior que ni siquiera lo ve. No se que demonios hace un chango como él dirigiendo una revista como esta, se supone que es una publicacion antimoralista. Y yo supongo que Pedro es o un imbecil o un idiota que sabotea las publicaciones, por su puesto, para quedarse con el credito.

Ahora tengo el grillete en el cuello, la punta del iceberg que es la revista en que trabajaré está enterrandoseme en el culo. Antes de esto tenia libertad pero no dinero, quería un trabajo digno de mi nivel de estudios y ahora que lo tengo creo que me engañan, yo no estoy corrompiendo a la juventud como deberia hacerlo. Antes de acabar el dia Pedro se acerca y me explica que no puedo hablar tan abiertamente de la forma en que las actrices porno dilatan sus orificios para hacer pasar por ellos objetos tanto o mas grandes que un bebé. Luego me muestra uno de mis escritos endulcorado de forma que lo que escribí como realismo sucio ahora parece un cuento de García Marquez, palabras lindas por aquí y por allá y el final está cambiado sutilmente de forma que termina siendo ideologica y politicamente correcto.

Estallo cuando se me acercan un trio de compañeros de trabajo a darme la "bienvenida".Hacen bromas sexuales de secundaría, se mueven como en la secundaría, ríen como muchachos de secundaría, como si no fuera obvio diré que estos culeros solo estudiaron hasta la secundaría (una vez mas la culpa recae sobre la mierda de sistema y no sobre las personas que ,por otro lado, si me desagradan. He notado que mucha gente se comporta en el trabajo justo de la manera en que lo hacia cuando estaba en el ultimo escalón academico  al que llegó, es lo que pasa cuando uno se aferra a las instituciones permitiendo que lo moldeen)

 Como puedo les saco la vuelta a los tres, no me incomoda su ignorancia sino sus bromas repetitivas y trilladas, su intencion de hacer amistades "a ver si luego invitas las chelas". Luego me pongo a revisar numeros anteriores de la revista y descubro la utilidad de los chistes sexuales de la secundaría de los tres monos con los que acabo de hablar.  Lejos de ser contestataria la revista es una herramienta de propaganda expedida por el estado. Hacen que la gente crea que está siendo "mala" al comportarse como lo sugieren en la revista. Todo esto es una porquería y nada sirve para nada;conociendo a los compañeros laborales casi estoy seguro de que hubiesen contratado a cualquier imbécil que entrara por la puerta, al fin y al cabo el que "escribe" en realidad es el anencefalico Pedro.

Desesperado voy a la oficina de Sandra para renunciar, cuando le explico todo me dice que me puedo ir pero que hay un detalle que debo considerar. Maldigo y le repito que me largo del lugar, antes de salir algo me succiona y me hace invitarla a salir por un café un dia de estos. No termino aun la pregunta cuando el caga-flanes Pedro entra por la puerta junto al escritorio de Sandra y acercando su cuerpo asqueroso de manera peligrosa al hombro de Sandra le pregunta a ella qué hago ahi. "quiere renunciar" contesta.

Come-caspa Pedro insiste durante casi media hora pero me mantengo firme en mi convicción de irme,este hijo de puta alza la voz cada vez mas y se mueve como si fuera a golpearme, pasa de la amenaza a la suplica una y otra vez, la revista se le esta yendo al diablo y no la puede rescatar, le hace tanta gracia como a mi el hecho de tenerme trabajando pero necesita a un genio como yo para remontar el vuelo con su publicación inservible. Ademas se niega a dejarme publicar lo que me dé la gana sin censura. Entre tanto las habilidades de puta de la hermosa Sandra han sido descritas tan a fondo y con tanta veracidad que la mujer llora desde poco despues de que esto empezó, el maquillaje ha ido deslizandose lentamente junto con las lagrimas, primero fue el rimel, pronto el rimel arrastró el maquillaje en polvo del resto de su cara y ahora ella parece una acuarela de Marilyn Manson.

Derrotado el lame-culos Pedro saca una carpeta del escritorio, estoy seguro de ver como acaricia la pierna de Sandra mientras simula buscar la carpeta, en la cara  de ella veo un asco profundo, no se si escucho un sollozo o una arcada cuando el gordo asqueroso le mete la mano entre las piernas. El masca-costras Pedro me entrega la hoja de renuncia y me dice "ni modo, no quisistes(sic) quedarte, te hubiera gustado, aqui Sandra se las mama a todos" Firmo y le digo que se vaya a la mierda (esa palabra resuena en mi cabeza) dudo que Sandra sea feliz con esté trabajo pero seguramente necesita mucho el dinero, debe ser madre soltera de un pequeño niño o mas.

En cuanto le devuelvo el formato al chupa-axilas Pedro, comienza a empujarme hacia la puerta de mala manera "orale hijo de tu puta madre, me haces perder el tiempo a lo pendejo, te voy a partir el hocico para que no digas nada de lo que oíste de esa perrita de Sandra"

Veo su puño torpe y pesado, su puño de gordo surcando los aires rumbo a mi nariz, alcanzo a moverme a un lado y le entierro el puño en el costado. Deberia dolerle pero está tan lleno de grasa que el impacto se reduce, no toco tejido que pueda doler, es como si tuviera uno de esos trajes para entrenar perros de caza. Él segundo puño que llega a mi no lo veo venir, o si pero me distraigo, con los alimentos a regimen de pobre el golpe entra en mis costillas con un crujido. Retrocedo, tengo desventaja en la altura, el gordo sigue soltando hostias como loco, le he cabreado de verdad. esquivo algunas pero estoy contra la pared deslizándome hacia un lado, me agacho antes del tercer guantazo a mi cara que se estrella con el muro. Me levanto en diagonal y lanzo la bota contra la espinilla de un pie, por alguna razon ahi siempre hay menos carne, es una parte pobre del cuerpo, de modo que siento como el casquillo se estrella con el hueso semidesnudo. En cuanto se dobla por el dolor le cae mi codo debajo de la nuca. Veo algo de ventaja pero aun sin levantarse su brazo llega justo a mi entrepierna llenándome de ese dolor arácnido que escala desde los huevos hasta arriba del estomago como queriendo salir por mi garganta con el desayuno que no tomé.

Cegado por el dolor solo me tiro al suelo, veo difuminada la cara atónita de Sandra que nos observa como si esto se tratara de una de sus telenovelas, pero aun mas fascinada, sus ojos brillan como de una excitación sexual extraña. La gente no esta habituada a la violencia real pero busca sin cesar la ficticia como si eso le diera algo de vida. Las cosas poco habituales nos hacen sentirnos vivos porque parecen estar salidas de la realidad. A menudo son solo engaños del sistema, otras veces una lucha real. 

No se como tengo tiempo para pensar todo eso antes de que limpia-culos Pedro comienza su tratamiento de patadas sobre mi cuerpo enrrolliscado en el suelo como una cochinilla. Es hasta entonces que Sandra comienza a levantar la voz, este hijo de puta esta tan seguro de que no voy a levantarme que se toma el tiempo para abofetear a la llorosa secretaria. Y en efecto no me levanto, pero alcanzo a tomar una engrapadora industrial de un estante, no se como pero mi punteria es suficiente para atinarle en la rodilla al imbecil que sarandea a Sandra. Me recupero como puedo y descargo la bota sobre su rodilla lastimada, él me lanza contra un estante, de algún lado han salido unas fuerzas renovadas que oculto bien simulando estar derrotado recargando los brazos en el estante.

 Se acerca a mi con el puño en alto, no tiene tiempo de verme dirigir los nudillos a su nariz, primero la izquierda que lo aturde, luego la derecha le apaga un faro, un par de golpes mas y un "uper" luego una patada a las pelotas y otra a la rodilla que al fin lo derrumba. Es demasiado fuerte para verse tan torpe. Sandra casi aplaude, me gustaría sacarla de aqui, sabe bien que tras esta felicidad lo mas seguro es que si el imbecil de Pedro no le ofrece dinero o beneficios para que se calle lo que le espera es un monton de humillaciones y maltratos que aseguren su silencio.

Por otro lado supongo que ahora que su jefe yace en el suelo puedo permitirme cierta confianza, le pido que me regrese mis papeles para que "este pendejo (lo digo descargando otra patada sobre su lomo de cerdo)

no me encuentre" Uno siempre puede confiar en la tardanza de la burocracia, mis papeles serían enviados a fotocopiar hasta la próxima semana, me los llevo. A la oficina no lleve nada mas.

Tiro mas puntapiés sobre el cerdito rosado del suelo antes de salir. Sandra me acompaña para que no haya problema con el de seguridad, todos piensan que el alboroto de la oficina fue porque yo tambien quise follarmela cuando era el turno matutino del Picha-floja Pedro, después de todo entiendo porque ese ojete es el jefe de redacción de una revista como está. Voy a patear a quien diga que no hay doble moral en ese cerdo.

En la calle son las once de la mañana, en la oficina no hay temporalidad. Se suponía que pasaría a la caja por dinero para pasajes, un apoyo para los nuevos trabajadores, por eso solo saque de casa el dinero para llegar. Cuento las monedas en mi pantalón, me alcanza para medio litro de jugo de naranja o medio camino a mi casa. Elijo el jugo, puedo regresar caminando, pero llegare a las dos o tres de la tarde.

El jugo está diluido y creo que tiene anilina, sabe rico. Le doy un trago a la bolsita y camino con el sol en mi espalda. Voy repitiendo mi mantra.

mierda mierda mierda mierda mierda mierda MIERDA...

mierda mierda mierda mierda mierda mierda MIERDA...