viernes, 18 de abril de 2014

El trueno. Cuento cyberpunk (segundo ejercicio de destrucción)

Hay que sacar bien la lengua para recibir "el trueno", es así como le decimos al L-dopa en gotas que compramos en el bar Maquinaria, en realidad no es un bar sino una fabrica abandonada que decidieron tomar y adaptar. Los truenos cuestan 500 la gota, con una gota es suficiente para llorar y revolcarse de felicidad por unas cuatro horas, las alucinaciones son multisensoriales, no es una droga para nenas como el viejisimo LSD, con esta mierda de verdad entramos a otra realidad y si nos metemos mas de tres lo mas seguro es que ya no salgamos de ahí en la puta vida. Pero es una delicia cuando se acaba el trueno.
<Hey, viejo ¿porque le dicen "el trueno"?> Pregunta un chico que viene por primera vez mientras con la lengua estirada como si lamiera un coño espera que la maquina le deje caer su gota en el hocico. Veo como la gota se hincha en la punta del dispensador, un liquido espeso como brea, entre verdusco y azul.
La gota casi cae y le explico: -imbécil,  porque se siente como un trueno cuando cae.
Él chico seguramente escucho algo como "imbécil, porque se siente como un muerboleno cuamarangan cortiguanado" La cara se le deshace en un gesto de horror , saca la lengua y se la restriega con las uñas como si se la quisiera arrancar, se tira al suelo a patalear como un niño luego se orina con los dientes apretados (he visto la escena otras veces, este cabrón es fuerte, he visto como tres se arrancan la lengua con los espasmos) con los ojos muy abiertos. Al final comienza a gritar "yo soy el gran Dios de este universo, yo los cree hijas mias, vengan y saquen la leche de la vida" Por lo visto ya tiene su universo.


Atrás de él voy yo, la fila es larga y el ojete que cobra las gotas es un hijo de puta, por eso es buena idea convencer a las chicas de que tomen su trueno ahí mismo, así el gorila nos da unas gotas gratis y tiene tiempo de sobra para desnudar a las chicas y chuparles todo lo que es chupable. Para su desgracia el jefe de su clan le corto la pija cuando lo encontró follándose a un perro después de despreciar a su suculenta hermana.



Le pago al cabrón por tres gotas, con eso me basta para un mes mas o menos, no quiero perder el tiempo revolcándome en el suelo soñando con unicornios, solo quiero que la realidad sea mas divertida, no quiero decir mas feliz, sino mas violenta. Saco una cajita de mi bota, dentro hay una capsula de plástico en la que caben mis gotas, las recibo y me voy a tender en uno de los rincones que tienen para quienes pueden caminar después de sus truenos, a los que no pueden los ruedan en una colchoneta inclinada y van a caer a un cuarto obscuro. No necesitan luz, estando ahí tirados no buscaran comida en unos dos días y la mejor ganancia del bar viene entonces, cuando se despiertan a pagar mucho dinero por la comida de mierda que preparan aquí. El abuelo una vez me comento algo parecido, en su juventud había vegetarianos (creo que también eran drogadictos solo que mas idiotas) y comían una bazofia que se llamaba ensalada.

Pero hablo mucho y no me centro en lo importante, lo importante es que me tiendo en un diván, saco mi navaja, me levanto un poco de piel del brazo y luego con una cánula dejo caer una miseria de trueno que de todas formas se siente como un putazo inmenso después de estar unos momentos en mi brazo.
Eso me hace sentir realmente bien en un instante, las cosas se difuminan un poquitn, es casi como estar dormido sin dormir, solo necesito música y botana para entretenerme sin problemas hasta que den las doce (a penas son las cinco pero mi pequeño trueno disparará el tiempo) así que pongo en la bocina algo de industrial psicodelico como se estila aquí y pido unas frituras con salsa y jugo de limón.(los putos limones están extintos, el jugo es embotellado y sabe a meados).
Las doce llegan pronto, tengo el brazo lleno de placer, es incomparable con la inolvidable marihuana. Y junto con las doce se aparece Beky, es la chica a la que esperaba para hoy, en cuanto llega me pide un trueno. "no hay trueno, Beky, hicimos un trato"
Beky quería que le consiguiera la dirección del cabrón que le destrozo la cara a su novio en una pelea de navajas corrosivas. Según todos los que cuentan la historia aquel cabrón hizo trampa, tenia dos navajas en lugar de una y cuando estaba derrotado, tirado en el piso a punto de morir justa  y dignamente saco la segunda navaja disparandole todo el ácido en la cara a Dereck. Las putas bandas aquí pueden ser muy agresivas, inmorales, destructivas, pueden ser todos unos hijos de puta aun con su propia familia y amigos, pero tienen leyes muy fijas.
La verdad es que los negocios en que me implico solo tienen dos razones de ser, la mejor es que algunas chicas usan el sexo como moneda de cambio, la desventaja es que uno necesita ser muy fuere para soportarlo, hay chicas tan exquisitas que se dan el lujo de valuar muy alto sus cuerpos, hay chicos medio imbéciles que pueden y quieren pagar por ello. La otra es simplemente el dinero.dinero. Susy me proporciona ambas ventajas.
Con aire de gran señora pero expresión de puta, Beky hace subir el vidrio negro que divide los reservados del resto del Maquinaria, y se monta en mi para besarme como poseída. Luego se sube a la mesa y deja caer un par de prendas, esta excitada pero quiere su trueno, se lo merece con ese baile, así que hago que saque su navaja y se levante un poco de piel, pero me muestra que debajo de la pantorrilla tiene una canúla que se instaló con cirugía. Hay gente que se instala memorias y cámaras, todo ilegal.
Dejo caer media gota en su cánula y de inmediato está doblándose de risa, me dice que ya es hora que quiere terminar con el trato, mejor apurarme mientras dura el efecto de mi mini trueno, aun debo trabajar después de esto.

Le arranco a Beky la ropa que le queda, insiste en que le deje las botas sin saber que me complace y me pongo a trabajar lengueteando entre sus piernas, por un momento me imagino como sería recibir un trueno del coño de una chica como ella, pero si quiero funcionar hoy será mejor conformarme con algo menos intenso.
EL problema con el sexo cuando nos metemos un trueno es que el placer que obtenemos de la droga es tan grande que follar pierde importancia, a menos claro que se haga algo al respecto. La estrategia consiste en lubricarse la polla con trueno; empresa difícil de aceptar considerando que lo primero que se siente es el golpe de la furia de dios concentrada en el espacio de una gota. Ahora una gota diminuta cuelga de mi cánula rumbo a mi polla inflamada, la miro caer en cámara lenta, cierro los ojos, mis puños exprimen las orillas del diván. Por fin siento el gran martillo sobre la polla , de pronto las convulsiones son tan fuertes que explotaría al instante si fuera la primera vez que lo intento. Pero tengo practica jalando a Beky me acomodo tras ella y la follo como un conejo, ambos nos perdemos conforme avanzamos hacia el orgasmo de nuestras vidas. Con un trueno en la picha todos los orgasmos serán "el orgasmo de nuestras vidas".
Al final llega una galaxia que explota dentro de la cabeza, primero se escucha la explosión, luego viene la luz para terminar con la piel erizada como si el polvo estelar golpeara la piel desde dentro, como si cada punto realzado en la piel erizada fuera un trozo de estrella queriendo salir.
Luego nos quedamos tirados una media hora, enloquecidos por temblores convulsivos provocados por oleadas de placer que vienen una y otra vez. Sarandeo rápidamente a Beky y le ordeno levantarse, si vamos a trabajar esta noche nos jodería por completo que nos cayese "el miedo" aun tenemos unas cuatro horas y media antes de que los truenos pierdan su efecto, después la caída de dopamina en el sistema limbico y algunos moduladores neuronales activaran nuestras amígdalas y tendremos miedo de absolutamente todo, el precio es aceptable.
Nos largamos del Maquinaria en mi motocycleta ella se monta atrás, cuando acelero comienzo a sentir sus manos acariciándome, eso no es parte del trato, si le gusto seré un dios pero si fallo en el pronostico no podré cobrar por mis servicios, ni con sexo ni con dinero. Ella alarga la mano hasta los mandos de debajo del volante, no se como carajos no se cae pero alcanza a activar la música antes de que un auto-deslizador pase a nuestro lado como un bólido.
La música me inspira, quiero... no, mas bien necesito mas velocidad, así que me salgo de la carretera elevada para bajar hasta el piso en el que alguna vez hubiera carreteras transitadas, ahí donde viven los malvivientes, las avenidas grandes y concurridas ahora solo están iluminadas por farolitos en algunas casas, la luz viene de arriba en su mayoría. Aumento la velocidad esquivando toda la mierda que se ha acumulado en la carretera, seguimos así hasta que llegamos a la parte de abajo de un edificio enorme.
Dejamos la moto escondida entre la basura, sujeta a un pilar con la cadena de clave. Hay que subir al edificio por las escaleras de seguridad de la parte trasera. Beky dispara un arpón que se atora a la escalera de marinero, "solo hay que subir doce metros hasta la carretera" dice sarcásticamente.  La dejo ir delante mientras reviso que todo ande bien en el revolver, es bastante viejo pero mas rápido y silencioso que los pulverizadores actuales. Con la mano machaco unos cristales verdes que guardo en la chamarra, abro seis balas, hay que lamer una navaja sin ácido y raspar el interior de la bala con la punta. Inténtalo con la navaja seca y la chispa volverá tu mano un chicharrón. Retaco los cristales en las balas, la patada de la bala será tres veces mayor así. Ademas les hago muescas para hacerlas expansivas. Mi puto revolver deja boquetes del tamaño de un durazno en almíbar. ( y no se como mierdas es posible que esos duraznos sean mas pequeños que los transgenicos que se consiguen entre la gente de abajo)


Estoy pensando en duraznos en almíbar, pienso en coños con almíbar, en traseros y tetas con almíbar. Pienso en mujeres nadando en almíbar hasta que una cuerda sin almíbar me cae en la cara, es mi turno de subir. Reviso la provisión de balas y la navaja ácida. Todo bien.

Subimos por las escaleras hasta el piso numero veinticuatro, ahí rompemos un vidrio con la navaja ácida. No contábamos que del otro lado del vidrio habría tres pisos de vacio. Caminamos como podemos por la cornisa interior de las ventanas  hasta una barandilla.Solo hay que subir dos pisos mas sin ser vistos, lo demás corre por mi cuenta.
No hay iluminación en el piso veintiséis, y los cristales negros no dejan entrar nada de afuera, dudamos entre encender una lampara o no, algo así nos podría joder todo.Andamos a tientas por el piso que es un puto laberinto, lo mejor que podemos hacer es parar la puerta de cada departamento para revisar el numero hasta llegar al 26-53. No tardamos mucho en encontrarlo.

Con  la navaja ácida la chapa de la puerta bota de inmediato, de la puerta salen rayos de luz violeta que dejan que las cámaras nos graben, entramos silenciosos, por las voces del imbécil que está tirado en su cuarto de relajación puedo intuir que está significativamente drogado. La música y las luces están bajas, por eso cuando Beky pisa una botella rota el hijo de puta en el cuarto de relajación se alerta de inmediato, desde la cocina veo como se levanta, es un poco gordo, musculoso, algo mas alto que yo lleva una barba verde que representa a los de su clan, aun no nos ve. Escucho el disparo de una inyección, seguro se acaba de meter epinefrina.

Camino hasta la puerta por la que lo vi entrar. Puto diseño de puertas múltiples, como si no fuera suficiente con una por cuarto, el idiota por el que venimos utiliza la otra para salir a mi espalda. Alcanzo a escuchar la turbina del pulverizador tras mi nuca, en un movimiento rápido lanzo una patada hacia atrás mientras me ruedo hacia un lado para sacar el revolver. Frente a mi una pantalla se hace mierda con el disparo del pulverizador. Este cabrón es rápido, disfrutaría mucho volarle los sesos de una vez pero Beky quiere divertirse, supongo que ahora que su novio lleva dos meses en coma quiere dejar sin picha a quien la pribó por tanto tiempo de su polla preferida. Como si fuera poco la perra de Beky está sentada en un sillón cagándose de risa.


Mientras la observo carcajearse inconteniblemente  imagino de nuevo un trueno mezclado con sus fluidos, la gota verdiazul rodando con lenta perversidad desde su interior hasta mi lengua, es entonces cuando Barbaverde toma ventaja, sale de una puerta ubicada a mi espalda, esta vez no usa el pulverizador ruidoso y lento sino una navaja acida. El acido traspasa en chinga mi ropa, cuando el liquido verduzco llega a mi piel siento las llamas del averno ardiendo únicamente en ese sitio, es un dolor mas que suficiente para un suicida.

 De hecho cada mes hay al menos una historia de un suicida que intenta morir lacerándose con navajas ácidas, pero que es tan marica que solo consigue un viaje gris al hospital.  Por lo regular un suicida no puede soportar tanto dolor hasta el final. Para los suicidas la muerte debe ser  y es el aspecto mas representativo de sus vidas.

Ruedo por el suelo con la vista nublada por las lagrimas, desde ahí disparo dos veces, no veo nada mas que luces moradas y azules en el techo o los muebles. Chillo como un marrano a punto de ser desangrado. Rodando me alejo del sonido de su voz de imbécil pero soy muy fácil de alcanzar, resisto tanto como puedo, confiando en que sea lo suficientemente estúpido como para querer apalearme antes de darme muerte. Y lo es.

No sigue con la navaja sino con un tubo de goma, es como una macana pero mas suave, flexible pero tan contundente que arde cada vez que cae. Me encojo como una cochinilla cuando recibo los golpes en el estomago y me arqueo como bailarina al sentirlos en la espalda, el tratamiento dura hasta que vomito todas las papas que aun no he digerido, junto con un poco de salsa de tomate, salsa picante y sangre de idiota. El efecto del trueno no se donde mierdas está. De algún modo el dolor del torso esta disminuyendo la atención que le presto al ácido que me carcome la espalda, solo necesito resistir un poco mas.

Entre las burlas del imbécil que se queda parado a mi lado escucho un gemido de Beky, no entiendo porque diablos gime, el que recibe la putiza aquí soy yo, levanto la cara de entre los mocos, el vomito y el polvo del suelo con los ojos entreabiertos. Mi visión se aclara un poco, me quedo quieto respirando lentamente, muy profundo hasta que veo la razón de los gemidos; con innecesario disimulo observo como Beky se acaricia el cuerpo semidesnudo mientras me observa. De la mano del culero Barbaverde congelado (que la mira a ella creyendome hecho mierda) cuelga una verga de juguete, muy larga, rosada, bicefala y ensangrentada.

En cuanto me recupero un poco mas me deslizo por el suelo como un gusano, cada movimiento es un gemido horrendo que debo contener hasta alcanzar el revolver que quedó a unos tres metros de mi. (Estoy conmovido, el acto de Beky significa que tiene algo de piedad por mi. O que quiere un show mas entretenido) Cuando finalmente alcanzo el revolver me quedo sosteniéndolo entre mis brazos como si fuera un bebe, lo acaricio un poco estando acostado de lado para no recargarme sobre la parte llena de ácido. Despues de un par de minutos el dolor del ácido domina sobre el de los golpes , es hasta entonces cuando levanto el brazo derecho con el revolver, sostengo mi muñeca con la mano izquierda y disparo una sola bala a la pierna de Barbaverde, que está parado frente a mi. Lo he tomado por sorpresa. En esa pierna se abre un boquete y de inmediato escucho el "clinc" de la bala estrellándose en la pared tras atravesar el sillón en que está tendida Beky.

Me levanto como puedo, lo mas rápido que soy capaz, avanzo a tropezones hasta el idiota que ahora está de cuclillas para dejarle caer en el la cacha del revolver en la nuca , lo hago una y otra vez como un maniaco deja caer su masturbadora mano sobre sus pelotas. Su sangre brota en chorros calentitos como leche materna, el ojete se dobla sobre si mismo y mi mano libre  apoyada en su espalda sigue el rumbo del dobles haciéndome caer con el torso a su lado y las piernas sobre él.. Mierda, yo tenia ganas de regodearme en su sufrimiento , pero no hay tiempo para jugueteos maricas, no quiero que se recupere. En el revolver me quedan tres balas, guardaré una por si Beky intenta algo chistoso. Las otras dos se las disparo al sujeto que sangra frente a mi. Un zumbido me inunda los oídos, mi vista se nubla, escucho la voz de Beky en la sombra parada a mi lado, en la mano aun tengo el revolver y creo que puedo apuntarlo a ella. Pero no puedo, al final solo escucho. "Te voy a sacar de aqui"






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